De conformidad con la Ley Federal del Trabajo, por regla general, las pruebas que se rindan en juicio deben referirse a los hechos controvertidos cuando no hayan sido confesados por las partes. Ahora bien, en derecho laboral existe una figura sui géneris llamada «ofrecimiento de trabajo», que nace cuando un trabajador ejercita una acción contra su patrón generada por despido injustificado, y éste lo niega y entonces le ofrece el trabajo.

Dicho ofrecimiento de trabajo, en la realidad, puede ser de buena o mala fe, según las condiciones en que se proponga.

Dado que dicho ofrecimiento de trabajo ocurre cuando el patrón contesta la demanda, es en ese momento cuando se configura un hecho nuevo en el juicio que puede dar lugar a que se ofrezcan pruebas relacionadas con él.  Con lo anterior en mente, el ofrecimiento de trabajo debe estudiarse considerando todo aquello que permita concluir si el patrón verdaderamente quiere o no continuar la relación laboral o bien si solamente ofreció el trabajo para revertir la carga de la prueba al trabajador sobre el hecho del despido.

De lo anterior dependerá si el ofrecimiento se califica como de buena o mala fe.  Para tal efecto se deberán analizar, por un lado, las condiciones con que se ofrece el trabajo, es decir, categoría, salario y horario y, por el otro, la conducta del patrón que, en su caso, revele que se trata de una estrategia legal, entre las que se encuentra la baja del trabajador ante el Instituto Mexicano del Seguro Social con anterioridad al ofrecimiento del trabajo.

Por tanto, el hecho de que al trabajador se le haya dado de baja del IMSS puede ser materia de prueba dentro del juicio, al tener como objeto demostrar la mala fe del ofrecimiento de trabajo.

Fuente: Tesis I.13o.T. J/2 (10a.)

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